Fundación para la Educación Superior dio a conocer los resultados de un estudio sobre deserción escolar en jóvenes entre 15 a 19 años.
Un estudio realizado por la Fundación para la Educación Superior (FES), con estadísticas de 2016, establece que en el país alrededor de 280,000 jóvenes entre las edades de 15 a 19 años no estudian, lo que equivale al 37.9 % de un total de 680,000 en este mismo rango de edad.
“Ellos pudieron haber empezado el abandono desde el primer grado, o sea hace 15 años que no están estudiando, ya desertaron de la educación, no completaron su bachillerato”, dijo Carolina Rovira, coordinadora de la FES.
En El Salvador cuatro de cada 10 estudiantes no terminan el bachillerato, el 12.8 % desertó en el ciclo primario y el 24.6 % en secundaria. Un informe presentado por el Ministerio de Educación a inicios de 2017 reveló que en el país existen 211,000 personas en edad regular que deberían de estar estudiando bachillerato; sin embargo, no siguieron sus estudios al salir de noveno grado por situaciones que no permitieron seguirse formando en el ámbito académico.
Rovira dijo que en el estudio se utilizaron datos de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples de 2016, y que una de las causas principales del porqué los jóvenes de 15 a 19 años no estudian o desertaron de las escuelas es por la inseguridad por la violencia que se vive en el país, por buscar un trabajo, la pobreza en que viven muchos de los jóvenes y por embarazo precoz en las adolescentes.
Según el estudio de la fundación, 6,800 jóvenes entre 15 a 19 años, que equivale al 1.6 %, no saben escribir ni leer y nunca entraron a la escuela. Como contraste, el 12.8 % sí inició sus estudios, pero desertó en el ciclo primario, y el 24.6 % en secundaria.
El Ministerio de Educación informó a finales de agosto de este año que más de 12,000 estudiantes habían desertado de las escuelas por el problema de la violencia y las amenazas generadas por las pandillas hacia los estudiantes de los centros escolares.
Para Ricardo Poma, director de la FES, para que los jóvenes sigan sus estudios y que no exista una deserción escolar, se tiene que invertir en programas que permitan poder finalizar el bachillerato para que entren al ámbito laboral con una mejor formación.
“Eso realmente tiene un costo muy alto para ellos porque no pueden lograr todas sus metas de superación personal, ya que la educación es vital para salir adelante en la vida y tener un trabajo digno y poder tener los ingresos para poder tener una calidad de vida adecuada”, manifestó Poma.
Otro de los hallazgos de la investigación es que la deserción escolar se genera más en los centros educativos públicos de las zonas rurales y los departamentos. Donde se ve con más proporción la problemática es La Unión, que tiene una tasa de deserción arriba del 50 %, algo que preocupa a las autoridades; siguen Chalatenango y Cabañas; mientras que tienen menos San Salvador y La Libertad.
Según el estudio, el problema de deserción es mayor en las mujeres, cuya tasa es de 39.4 %, comparado con el 36.5 % para los hombres en el mismo rango de edad. Además, de séptimo grado a bachillerato ha ido aumentando el abandono escolar, pero de primer grado a sexto ha tenido un descenso.
FUENTE: La Prensa Gráfica
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